El dulzor de la compota de manzana y mango sin azúcar proviene únicamente de los azúcares naturales de las frutas y, la verdad, es que no necesita ninguno más para ser un postre delicioso. Os contamos lo sencillísimo que es prepararlo en casa.
Receta Compota de manzana y mango Sin Azúcar
No es necesario añadirle ni especias ni dátiles ni azúcares extras ni nada nada de nada. La combinación de ambas frutas es absolutamente sensacional y especial, eso sí, hemos optado por frutas maduras.
Recomendaciones para comprar mangos
Si alguna vez os habéis fijado en los mangos, veréis que existen multitud de variedades, siendo la variedad Ostee la más cultivada en España. Después tenéis otros tipos como Ataulfo, Francis, Haden, Irwin, Kent, Palmer y Tommy Atkins. A la hora de comprarlo, fijaros en que tiene que tener la piel tersa pero tiene que ceder un poquito al tacto, desprendiendo n aroma dulce, no os guieis solo por el color porque no está directamente relacionado con su nivel de maduración si no con la exposición solar. Su conservación ha de ser a temperatura ambiente, lejos de la luz directa del sol y, si lo colocáis con las manzanas, podéis acelerar su nivel de maduración.
Esta fruta aporta al organismo, minerales, vitaminas del grupo A y B (destaca el ácido fólico), un poco de vitamina C, un gran aporte de fibra y agua, azúcares naturales, compuesto fenólicos que le convierten en una fruta interesante en cuanto a su aporte antioxidante.
Compota de manzana y mango Sin Azúcar – Ingredientes
- 500 gr. de mango (ya pelado y sin hueso)
- 600 gr. de manzana (ya pelada y troceada)
- 1/2 vaso de agua (aproximado)
Cómo hacer Compota de manzana y mango Sin Azúcar
La preparación de esta compota de manzana y mango sin azúcar no solo es fácil, es que también es rapidísima y no necesitas ningún tipo de noción de cocina.
Pelas las manzanas y las troceas. No necesitas que sean trozos muy pequeños, pero es preferible que las cortes en varios trozos para que se cueza de forma más rápida. Ponlos en una cacerola y reserva.
Para los que no hayáis pelado nunca un mango es sencillo. Ten en cuenta que en el centro tiene un hueso de grandes dimensiones, por lo que tienes que cortar alrededor del mismo o ir quitándole cuartos. Cuando tengas el corte, verás que si está maduro se pela con mucha facilidad, únicamente solo tienes que tirar de una de las extremdidades y sale fácilmente. Así con toda la fruta. La troceas y lo echas en la cacerola con la manzana. Aprovecha el hueso, retira toda la carne posible y presiónalo para que caiga todo el zumo.
Pones la cacerola al fuego con un poquito de agua, comienza añadiendo menos de la mitad del vaso de agua. Solo necesitamos un poco de agua para que no se queme y tengan con qué cocerse hasta que las frutas comiencen a soltar su jugo.
Ve removiendo y si ves que se va a quedar seco añades otro poquitín de agua. Ve a poquitines porque tampoco queremos que se quede una compota muy aguada, que os recuerdo que el mango tiene mucha agua de por sí.
Después, solo tienes que dejarla cocer a temperatura medio baja, ve removiendo y cuando veas que ya está todo tan disuelto que pareciera que le has pasado la batidora, puedes retirarla del fuego y dejarla enfriar por completo. Una vez fría, lo metes en tarros y a servir o a la nevera.
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